Tus deseos son como una brújula.
Ellos señalan la dirección adónde realmente quieres ir.
No te engañes más a ti misma. Ya lo sabes y también lo que debes hacer.
Entonces ¿Para qué insistir en esa idea que no te ayuda?
Parodiando a Mark Twain: “haz lo correcto para ti, pues esto será grato para algunas personas y asombrará al resto”…
Listo. Lo descubriste. Ahora te encontrarás. Empiezas a confiar.
Todo sigue exactamente igual, pero a partir de este momento, es totalmente diferente …