Desde Asia y Europa, de África, Oceanía y América, cientos y cientos de mensajes.
Todos los mensajes con cariño, aliento, esperanza y emoción.
Con todos y con cada uno, está la conexión.
Con ella ya no estamos solos y construimos lo que será en cada día, parte de nuestro futuro.
Entonces, extendemos lo que construimos a todas las personas que hacen parte de nuestros afectos.
Muchas gracias por los mensajes, llamados y correos.
Un abrazo,
Paul