– Son ciento cincuenta kilo-calorías no más…
– Pues sí. Eso mismo, con un poco menos, fue lo que me dijiste que contenía el “paquetito” de galletas que ahora es pretérito imperfecto.
– Me estás controlando cuántas kilo-calorías estoy consumiendo en cada cosa que como?
– Digamos que intento protegerme de lo que vendrá cuando nos encontremos cerca del verano… y ahí … “alguien” empiece a decirme: “es que TU no me ayudas en nada, tú me invitas a salir a comer a restaurantes super ricos, después me invitas a los happy hours y ahora, tendré que quedarme escondida en la casa sin poder ponerme lo que corresponde ponerse para lucirme en la playa”…
– ¿Quieres galletitas?