– Es cierto… dijo que no le gustan los felinos.
– Cierto. Pero había dicho gatos.
– Por qué?
– Porque no se parecen a los perros.
– Suena lógico que no le gusten entonces…
– Además, porque son traicioneros e interesados.
– Está hablando de un gato o de una persona?
– Bueno, creí que era un gato.
– Entonces “Il Principe” fue escrito para gatos?
– Claro que no.
– Lo que pasa es que Maquiavello era gato…