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Los hermanos

By 6 marzo, 2011 No Comments

Quiero contarles la historia de dos hermanos acordes, Esfera y Estrella,que no podían estar juntos en una pieza, generando mucha desarmonía en casi todos los encuentros y pasajes que tenían.

Esfera era el acorde mayor. El tenía una forma redonda. Como una bola de fuego, de un color rojo intenso.

Para él, todo era alegría y movimiento. Le encantaba sonar fuerte y jugar.

Ascender y descender escalas con colores brillantes. Moverse rápido y de repente parar. Respirar hondo y relajarse. Tomar aliento y nuevamente, en una rápida carrera, volar a las notas más altas.

Después, como un malabarista, hacer una pirueta y descender. Con ritmo y gracia. Subir y bajar las escalas de tres en tres, lo mantenía en su mejor forma. Cada vez con más destreza. 

Esos ejercicios le daban un sentido único a su vida. Le hacían parecer más como un “divertimento” continuo.

A veces, era como un romper arrítmico de las olas. Se sentía muy bien con eso. Donde el vibrar, producía alegres pensamientos que lo conectaban mejor con la vida .

Estrella era el acorde menor. Se parecía a una estrella sólida de cinco puntas. Poseía un color amarillo, con algo de resplandor . Su delicadeza y sensibilidad lo hacían ser meditativo .

Cada paso en una dirección era algo justo y preciso . Su ideal era pensar en cómo reposar y con eso, tener paz .

Cada vez que respiraba, lo hacía con tranquilidad y dulzura. Disfrutaba de la ausencia mínima de movimiento y de los silencios .

Desde adentro, miraba el mundo de forma relajada . Su sosiego exhalaba lo esencial . En su interior, el ritmo de la vida era preciso y calmado. El cerraba los ojos . Respiraba profundo . Soñaba .

Veía un lago  tranquilo y reflexivo . Sin la necesidad de tener enfrentamientos o dificultades. Se movía al ritmo de  un suave oleaje . Se sentía feliz.

Cuando Esfera, el acorde mayor, veía a Estrella, le venía rápidamente a la mente la idea de lo aburrido que era su hermano. Recordaba su silencio implacable y para él, lleno de significados .

Verlo casi estático en la pieza, haciendo unos sonidos muy débiles, le producía una sensación de alejamiento e incomprensión . Esa falta de ritmo, de vida, de energía al moverse, le hacían casi imposible el convivir .

El tenía que ser definitivamente muy complicado para estar siempre pensando . Ojalá Estrella fuera más parecido a él y le gustara moverse con rapidez y soltura. Subir y bajar las escalas lleno de vida y energía .

Para Estrella, pensar en Esfera le producía molestia . Verlo saltando de un lado a otro, sin ningún propósito definido le era inaceptable .

Claramente, él no tenía ninguna sensibilidad . Le faltaba el poder reflexionar. Era solo moverse . Cómo Esfera podría ser sensible si no se quedaba quieto ? Sus sonidos eran fuertes, vibrantes y chillones .

Quien puede pensar estando siempre en movimiento ? Alguien definitivamente con carencia de espíritu y torpeza .

A Esfera le faltaba mucha sensibilidad y capacidad de reflexión, así como la sutileza del movimiento para poder apreciar el reposo, tal como yo, pensaba Estrella .

En uno de los pasajes de la pieza Esfera y Estrella tuvieron un encuentro . Entonces, conversaron sobre sus diferencias y similitudes .

Durante la conversación vieron los puntos de encuentro y contactos que tenían. Esfera quería siempre estar moviéndose pues así le parecía que la vida era mejor, más valedera.

También le gustaba verse bien, sentir la energía y con todo eso buscaba ser feliz . Estrella, por su lado, disfrutaba la paz para no tener que enfrentarse con dificultades, quería estar tranquilo, sentirse bien y estar feliz .

En ese momento, se dieron cuenta , que en la misma pieza,  a pesar de que ambos lo hacían de formas diferentes, cada uno por separado quería lo mismo. Solo querían pasarlo bien y sentirse felices ¡ Era increíble y maravilloso al mismo tiempo !

Esfera pensó que era notable conocer como entendía el mundo Estrella . Aprender que en todos los movimientos siempre existe un punto de reposo .

Que sin saber, una parte de Estrella ya estaba en él. Estrella también se pudo dar cuenta que en su forma reflexiva de ser, había mucho movimiento. Que sus pensamientos eran tan rápidos como los movimientos de Esfera y en eso, una parte de su hermano ya le era comprensible .

En la medida que seguían conversando en la pieza, Estrella , sin notarlo acompañaba a su hermano y para eso se movía con rapidez y energía, subía y bajaba las escalas lleno de vida; al mismo tiempo, Esfera , reflexionaba de forma sensible y se movía sutilmente, con sensibilidad, reflexionando sobre cada paso que estaba dando .

La pieza tenia pasajes que se alternaban de forma rápida y acelerada . Los movimientos con los reposos . Entretanto, Esfera y Estrella, seguían conversando a un ritmo cada vez más acelerado. “Increcendo” . Jugaban alegremente de forma sensible .

El sonar fuerte ahora era justo y preciso . Al ascender y descender rápido, se le unía un movimiento fluido e integral que denotaba relajación y reposo . Las ágiles olas llamaban a la meditación con su sonido cadencioso.

Ahora sabían cual es la dirección correcta para encontrarse . Del rojo y amarillo surgía un naranja esplendoroso.  De la bola de fuego con la estrella sólida, aparecía una estrella naranja girando dentro de una esfera luminosa .

La estrella girando dentro de una esfera luminosa pertenecía integralmente a la pieza . La inundaba con matices naranjas . Con el ritmo cadencioso del oleaje,  el naranja se esparcía por todos sus pasajes . La armonía , paz y movimiento estaban coherentemente juntos .

Desde entonces, los hermanos supieron convivir armónicamente en todas las piezas que les tocaban juntos…

Santiago 2002.

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