Se necesitan dos personas para que se diga la verdad. Una debe hablar y la otra debe escuchar (H.D. Thoreau) …
Es como en tantas situaciones que nos ocurren en nuestras vidas y que, sin que nos demos cuenta, se transforman en una especie de juego.
En estos juegos, en general, se necesitan por lo menos dos jugadores (¡pero pueden ser más!).
Cuando uno de los jugadores ya no quiere jugar, el juego deja de tener sentido. Se hace francamente fome …
En ese momento puede ser que nos demos cuenta de que tenemos el control, y podemos parar o seguir jugando. Lo mismo puede descubrir el otro jugador.
También pudiera ser que descubramos que la importancia no estaba en el mismo juego pero si, en la relación con el jugador …
